Museo Nacional de Historia, Castillo de Chapultepec

El Castillo de Chapultepec alberga al Museo Nacional de Historia. Se encuentra en el Cerro del Chapulín, la elevación más visible del Valle de México, y ha sido de vital importancia para los pobladores de la región desde el siglo XIII a. C.  

En 1785, en pleno Virreinato, se inició la construcción del Castillo de Chapultepec, una imponente edificación que originalmente fue creada como casa de descanso para los gobernantes. Con el tiempo ha sido sede del Colegio Militar, ahí se libró la famosa batalla contra el ejército estadounidense, en la que murieron los cadetes llamados Niños Héroes. Después fue el Primer Observatorio Astronómico.

Fue la residencia de descanso durante el Segundo Imperio Mexicano, así como residencia presidencial. Desde 1939 es el Museo Nacional de Historia. El Castillo, tal y como hoy lo conocemos, ha sufrido pocas transformaciones desde que Maximiliano y Carlota lo acondicionaron como residencia, al estilo de los grandes palacios europeos.

El museo reúne distintos tipos de colecciones permanentes de pintura, numismática, documentos, tecnología, indumentaria, y mobiliario de diferentes etapas de la historia de México, desde la caída de Tenochtitlán en 1521 hasta la Revolución Mexicana a inicios del siglo XX. En sus espacios se ofrecen conciertos, conferencias, obras de teatro y danza. 

Su alféizar es uno de los miradores más concurridos los fines de semana. El edificio no sólo habla de la belleza arquitecntónica o de las historias que ahí se gestaron, sino de la majestuosidad de una ciudad dinámica y que sigue en construcción. La principal vista que ofrece es el Bosque de Chapultepec, el corredor de la avenida Reforma y la zona de Polanco; un mirador citadino desde lo más alto del cerro del Chapulín. 

Es un museo ideal para que los niños aprendan historia y puedan jugar en el amplio espacio del bosque de Chapultepec. Los domingos la entrada es gratuita.